¿Cuántos pueblos originarios hay en Chile?

Hablar de los pueblos originarios es hablar de historia, cultura y territorio. En Chile el reconocimiento de estos pueblos ha sido un proceso largo y complejo. Por lo que saber cuántos pueblos originarios hay en Chile implica contar e identificar, pero también entender que cada uno posee una identidad propia, una lengua y una visión de mundo.

¿Qué son y cuántos pueblos originarios hay en Chile?

De acuerdo con la Ley Indígena N.º 19.253, el Estado chileno reconoce oficialmente once pueblos originarios: aymara, quechua, atacameño (likanantay), diaguita, colla, rapa nui, mapuche, kawéskar, yagán, chango y selk'nam. 

Cada uno de ellos mantiene tradiciones, expresiones culturales, conocimientos y prácticas únicas y propias.

Además, estos pueblos están distribuidos a lo largo del territorio nacional, lo que demuestra una diversidad que desafía la idea de una cultura única. 

Por lo tanto, el reconocimiento no ha sido solo una acción legal, también representa una demanda constante por derechos, tierras, autonomía y representatividad.

¿Cuáles son los pueblos originarios de Chile?

Aunque los más mencionados en el debate público suelen ser el pueblo mapuche, el país reconoce comunidades tan diversas como los rapa nui en Rapa Nui y los aymara en el extremo norte. 

Los mapuche, que representan el grupo más numeroso, han desarrollado un pensamiento que se plasma en la literatura mapuche, donde destacan autoras y autores como Roxana Miranda Rupailaf, Graciela Huinao, Jaime Huenún, Leonel Lienlaf, David Aniñir y Elicura Chihuailaf

Por otro lado, en la zona austral, los pueblos kawéskar y yagán impulsan actualmente procesos de revitalización lingüística y cultural. Estas experiencias también forman parte de los libros de historia de Chile, que permiten conocer voces históricamente silenciadas.

Diversidad territorial: norte, centro y sur

Cuando se habla de diversidad, es importante reconocer cómo los pueblos originarios habitan distintos espacios geográficos

  • Entre los pueblos originarios de la zona norte, por ejemplo, se encuentran los aymara, quechua, atacameño, colla y diaguita. Estos pueblos han establecido una relación profunda con el altiplano y los valles, desarrollando textiles, cerámica y sistemas agrícolas adaptados a zonas áridas. 

  • En el caso de los pueblos originarios de la zona centro, donde la urbanización ha avanzado con fuerza, la presencia mapuche y diaguita sigue siendo significativa. Muchas familias urbanas reconocen su origen y se vinculan con asociaciones culturales que refuerzan sus raíces. 

  • Más al sur, los pueblos originarios de la zona sur como los mapuche, huilliche, selk'nam y otros pueblos australes siguen generando pensamiento propio. La literatura y la poesía mapuche contemporánea, como ocurre en obras como Mapurbe. Venganza a raíz, articulan un discurso que cruza historia y presente.

Transmitir el conocimiento desde la infancia

Por supuesto, el diálogo con estas culturas también debe comenzar desde temprano. De hecho, la pregunta por los pueblos originarios para niños se vuelve cada vez más importante. 

Para muchas familias y docentes, acercar estos temas desde edades tempranas permite formar personas más conscientes, respetuosas y críticas. Libros como Una pequeña historia mapuche o Kimelkawun, presentes entre los libros infantiles, abordan estos relatos con profundidad y respeto por el lenguaje.

Esta misma mirada se refleja también en los enfoques que consideran los libros sobre pueblos originarios para niños como parte fundamental de la formación desde edades tempranas.

Libros que construyen puentes

Desde la narrativa, la poesía y el ensayo, muchas obras han difundido ideas, lenguas y formas de ver el mundo nacidas en los pueblos originarios

Por otro lado, la edición independiente ha jugado un papel importante en esta tarea. En ese sentido, Pehuén se ha consolidado como una de las principales editoriales chilenas comprometidas con la publicación de obras que rescatan la memoria, el territorio y las lenguas originarias.

Leer, hablar, enseñar: cómo aportar desde lo cotidiano

En definitiva, reconocer a los pueblos originarios va más allá de contarlos y memorizar sus nombres. Implica conocer su historia, reconocer su aporte y respetar su derecho a existir según sus propios tiempos y formas. 

Si te interesa seguir sumando estas voces a tu día a día, puedes comenzar por su literatura. Porque entre sus libros, sus ideas y sus memorias, está la historia que aún se escribe.

Y si quieres seguir profundizando, el catálogo de Pehuén te espera con títulos y libros recomendados que abordan desde el pensamiento mapuche contemporáneo hasta relatos ilustrados pensados para la infancia. Todo eso está al alcance de una lectura.