Walking around es un homenaje necesario o más bien imprescindible, a esa ciudad de ese viejo país. Sus fotos existen en los objetos que lo conformaban, los hitos muertos o tan sólo reales hoy en una rezagada memoria, que da cabida a su desenlace en la imagen de calles y rutinas y palabras y amores y desencuentros, o ternura o entrañable emoción, levantadas en la zona muda.